¿¿Por qué sigo esperando el príncipe en el caballo blanco?? Que alguien me lo explique!
Hace un rato, hablando con una amiga del alma, me escuche diciendo algunas frases que me sorprendieron:
- Sigo esperando al príncipe azul en el caballo blanco aunque me llene de bosta la casa…
- Aunque venga en un pony cachuso lo acepto igual…
Primero, lo que uno hace ¿no? Como trabaja el inconsciente, sin que uno se dé cuenta (justamente, si no, no sería inconsciente… hoy estoy de rápida…). Conformarse con el príncipe, su caballo y con toda la porquería que eso trae. Aunque no sea lo que quiero, lo voy a aceptar igual. Y ahora me pregunto, en un grito desesperado ¡¡¿¿POR QUE??!!
¿Porque me tengo que conformar con un pony cachuso, mugriento y viejo? ¿Por qué me tendría que llenar de porquerías la casa? Y si fuera así ¿Por qué no hacerlo limpiar a él? ¿Por qué príncipe? ¿Por qué no un tipo normal? En fin y así puedo seguir hasta mañana a la mañana.
Hoy me siento sola, por este complejo de buscar un príncipe, que vengo acarreando desde que vi Cenicienta cuando tenía 5 años. NO soy Cenicienta, ni una princesa, pero quiero un príncipe no sé si azul, verde, amarillo, que venga en un caballo blanco, en un unicornio, en un pony cachuso o en un camello, pero quiero un príncipe. Sé que es imposible, pero el que quiero, no es el de los cuentos, es MI PROPIO PRINCIPE. Es ese que te abraza cuando estas triste, que te ceba un mate a la mañana aunque estés toda “lagañosa”, que te agarra de la mano sin pedírselo, que te banca la película romántica, que cuando va a comprar te trae un bocadito de chocolate, que te elige a pesar de la celulitis, el traste caído, la panza flácida y piensa que sos lo mejor que le paso en la vida, que te mima, que te besa, que te quiere y que te ama…
Hay una pregunta tonta que me hago desde que tengo 16 años más o menos: ¿Alguna vez fui o seré el amor de la vida de alguien? En realidad si fui, no creo que me sirva saberlo ahora.
No se gente, la verdad es que hoy me siento sola, además de todo esto que me pasa, también “pasa” que se fue, mi hombre binario huyo ante semejante amenaza a su libertad. Esto se está haciendo recurrente y no me gusta, porque cada vez es menor el tiempo en el que se dan cuenta.
No les puedo mentir, me duele, no me voy a morir de dolor, eso seguro, pero me duele…
Mi vida es así un enorme STOP & GO (como sirven las clases de historia… jajaja) donde me sé sola, muy sola y de ahí despego hacia una enorme vida social con el sexo masculino, para después volverme a sentir muy sola. Cuanta más vida social hay, luego, más sola me siento. (Me salió una proposición lógica… ¿hacemos una tabla de verdad? Na, salgo perdiendo…)
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.
Yo, la complicada… y sola.
PD: a vos te mando D.!!!
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