Como te explico que no
soy una básica? En realidad porque tendría que explicártelo… no?
Ese muchacho (se me cayó
una sota…) que conocí hace un mes más o menos me dijo básica. Estemm, bueno si,
básica. No sé si hay algo peor que eso, porque si me dijera prostituta, por lo
menos tendría un beneficio económico, si me dijera ignorante, lo resolvería aprendiendo
¿algo?, si me dijera ingenua, podría argumentar que la vida no me enseño lo
suficiente… pero me dijo BASICA, algo así como común, sin originalidad, igual
que todas, ordinaria como canapé de morcilla (linda interpretación).
Porque no quiero ser básica?
Porque lisa y llanamente no me considero básica, no soy común, no seré la reina
de la originalidad, pero me considero original y por sobre todas las cosas no
soy igual que todas, soy peor. Años perfeccionando este estilo de vida para que
un don nadie me diga BASICA…
En tributo a Mirtha
Legrand “Así no!”
Recuerdo que hace un
tiempo le quemaba la cabeza a mi compañera de condena (léase: trabajo) porque había
conocido un hombre básico y, para no perder la costumbre de complicarme la
vida, no me gustaba ese “defecto”. No entendía indirectas, preguntaba las cosas
dos veces, se ofendía con mi doble sentido filoso, que no es lo mismo que el
doble sentido guarango, es mucho más… intelectual (con anteojos y todo). Le pedí
a Dios, le rogué que viniera a mí un hombre con el que pudiera compartir este
humor que tengo, definiéndolo sería algo así como sarcástico, casi irónico,
rayando con la burla pero inofensivo.
Mi hermana de la vida
cuando inaugurábamos “el año loco” me dijo:
-Cuidado con lo que pedís,
porque este año se te hace realidad!
Dicho y hecho, vino a mí
este hombre intelectual, inteligente, intrigante e in… dejémoslo ahí. Fue un “lo
pedís, lo tenes” pero únicamente para terminar diciéndome semejante mentira.
Por supuesto que me dejo sin argumentos, no pude contestar nada inteligente y
se me hervía la sangre de saberlo victorioso.
Pero les aseguro,
lectores, que esto no queda así. Seré lo que sea, menos básica y se lo voy a
demostrar.
Saludos desde acá, el
otro lado de la pantalla.
Yo, la complicada
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