Buenas nochessss… (Podría poner nochesss también, pero no sé cómo se les presento a ustedes…)
Con mi baño de keratina hecho, el pelo sedoso como el de la propaganda, me siento a escribir (Si, otra de las cosas es que soy una maniática del pelo, puedo tener mal cualquier cosa, menos el pelo y las uñas… loca, la palabra que buscan es LOCA!)
Hoy Mika, mi psico, me dejo con la cabeza hecha un zapallo inglés (porque el anco es muy chiquito para semejante marote).
¿Elegimos siempre a la misma clase de hombres? ¿Serán las mismas fobias, los mismos problemas, los mismos “zapatos” pero con diferente cara? (Soy la Carrie Bradshaw del tercer mundo después de vivir dentro de una fábrica de pastas por un año… ¿Cómo creen que se mantiene este cuerpo… con electrodos?)
Además de todos los problemas que una se crea, también es culpable de elegir mal a estos energúmenos (si, dije “crea”, no dije “tiene”… Un poco de lucidez a esta hora por favor).
Yo no sé si los busco, si tengo alguna remera invisible que dice “¿Usted quiere quemarme la cabeza? Hágalo ahora!”, si me encuentran, si se sienten atraídos por esta cara de enfermita mental con piel de loca de mierda (ups! Perdón!), la verdad es que no sé, pero no les parece mucho que además de todo la culpa la tenga yo… o mejor dicho MI MALDITO INCONSCIENTE.
¿Cómo me reprogramo? No encuentro el botón “reset”, el manual se lo llevo la inundación, la garantía está más que vencida, no tengo devolución y el servicio técnico atiende de 14 a 15 en la calle Los Patos (les aseguro que existe, búsquenlo!). Quise comprar el nuevo programa pero me dijeron que el hardware ya está viejo y que no lo soporta… Ok… ¿Entonces? Entonces es hora de tomar una decisión, ya no remo más, no busco más, no hago nada más. Guardare los remos y si el dulce de leche, la gelatina o la brea quieren se encargaran de llevar mi bote a donde más les plazca, donde el viento sople, mientras tanto disfrutare del viaje. Que cómodo dirán ustedes… ufff, comodísimo, pero no se dan una idea de lo que a mí me cuesta quedarme tranquila sin mover un dedo. Es lo mismo que le pidan peras al olmo (eso ya lo hablamos ¿no?, estoy un poco monotemática…).
Siendo 10 de noviembre del año en curso me dedicare a disfrutar del paisaje, a subir los remos y romperlos (porque si no, les aseguro que me va a picar…) y esperar que algo pase… o no!
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.
Yo, la complicada.
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