viernes, 27 de noviembre de 2015

La vida del amor

"-¿Aún la extrañas?.
-¿A quien?. ¿Al amor de mi vida?. No, ni un poquito.
-Que extraño eres. ¿Cómo puede ser el amor de tu vida alguien a quien ni si quiera extrañas?.
-¿Sabes que pasa cuando las frutas maduran, no?.
-¿Se separan del árbol?.
-Así es. Mi amor ahora es como una fruta madura. Y me he separado de mi árbol. Y madurar implica aprender a dejar ir, incluso cuando se trata del amor de tu vida. Por eso no la extraño. Al fin y al cabo, si la vida quiere, nos volverá a reunir. Y si nunca sucede, siempre recordare algo; Ella me hizo conocer el amor, y más que eso, me hizo madurarlo, aprender que amar, no significa poseer."


Hace mucho tiempo deseaba ser "el amor de la vida" de alguien y hoy sé, profundamente, que lo soy.
Es un lugar raro, después de mucho tiempo sé lo que es estar del otro lado, sentirse anhelado, amado por alguien y no corresponderlo, es sumamente extraño.
Pero esto no me hace sentir ni bien ni mal, no es un regalo ni un castigo, es extraño, como si nada encajara, como si las piezas no fueran las correctas.
Tanto tiempo estuve ahí, tantos fueron a los que les dije "adiós" porque no era correspondida y sufría en silencio, que ahora no se como sentirme. Es una mezcla de tristeza, melancolía, alivio, libertad, futuro y pasado, todo junto, que me hace revolver el corazón sin explicación.
Es estar del otro lado del espejo, es sentirse abrazado, es no pedir que te quieran aunque lo sienten igual, es no querer aprovecharse de eso por su bien y por el mio.
Es preguntarse ¿porque? todo el tiempo, es no querer mirar atrás por miedo a lastimar, es querer preservar al otro de uno mismo, es pedir al universo que sea feliz para que se le vaya la tristeza del alma, es guardar distancia para no confundir, pero a la vez esa necesidad de explicar o de hacerse entender que sin mi esta mejor.
Pero doy vuelta todo eso y no sirve, cuando uno esta enamorado o considera que alguien es el amor de su vida, nada sirve, ni las explicaciones, ni las distancias, ni las miradas, ni los abrazos, ni las palabras.
Es tan rebuscado como saber que estas en la cabeza de alguien cuando mira tus fotos, cuando escucha una canción, cuando recuerda algún momento compartido.
Sentís que es una broma del destino, que nada es cierto ni real.
Es la responsabilidad de ser amable la que me involucra en este asunto, siempre pensé que no lo era, no porque no me mereciera ser amada por alguien, si no por mi personalidad, siempre creí ser el premio consuelo de muchos y la alternativa de otros.
O tal vez le doy demasiada importancia al asunto.

Quiero que seas feliz, realmente lo deseo.

Saludos desde acá, el otro lado...

Yo, la complicada.

martes, 20 de octubre de 2015

Que valga la alegría...

Y me viste irme, pero no fue planeado, para nada.
Lo sentí, me salió, porque vos ya estabas mucho más allá de nosotros...
Hoy elegí preservarme, cuidarme y quererme. Elegí no sufrir por algo que no vale la alegría ni las ganas.
Se que sos para mi, que la vida nos eligió, que estamos destinados a ser, pero no ahora, este no es nuestro tiempo, tal vez el mío, pero claramente no el tuyo.
Necesito enfocar y tomar las riendas de esta vida que me dieron, tener la plena responsabilidad de mis actos y no dejar librado al azar la culpa o el sufrimiento.
Tal vez para vos esto no tenga absolutamente nada de cierto, tal vez me tomes como una cobarde, pero como te dije hace un rato, eso no es justo, ya no quiero que duela y embarcarme en algo que se que va a doler, es ponerme en condición de victima, es redundar en relaciones pasadas, donde quejarme era maravilloso.
Quiero que valga la alegría, no la pena...
Quiero ser prioridad, quiero sentir que esa persona esta total y plenamente enamorada de mi, así como yo.
¿Egoísta? Seguro! Pero creo que ya deje mis deseos de lado mucho tiempo.
Seamos lo que tengamos que ser, lo que nos dicte lo más profundo de nuestro corazón, no de nuestra cabeza... Y lo digo yo.
Lo que deba ser, será, y lo que no pasará de largo como un recuerdo más.



Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.



Yo, la complicada.

sábado, 5 de septiembre de 2015

La responsabilidad de dejarme amar

Hoy tengo un día positivo/realista(los pongo en autos para que entiendan el desorden del post).

El otro día me encontré con mi mejor amiga y tuvimos esas charlas antologías donde las causas se mezclan con las conclusiones y nos quedamos con enseñanzas que nos dejan pensando un rato largo.
"Otra vez empezar de cero..."
Es un bajón, uno ya no tiene ganas, estamos grandes para eso, otra vez lo mismo... Quejas, quejas y muchas más quejas.

En el medio me topo con un articulo de internet que hablaba sobre la frase "amar es dar lo que no se tiene a quien no lo es" (Lacan) y se me mezclaron los tantos.
Una de las cosas que más me quedo de este articulo es donde explica que el amor siempre es reciproco, pero habla de la reciprocidad en cuanto a que si yo te amo, vos también estas implicado en eso porque hay algo "amable" en vos, o sea hay algo que tenes que me hace amarte.
Por otro lado también habla de la responsabilidad de nuestros sentimientos y de lo que generan en los demás, de cuan "amables" somos. Esa seria la punta del ovillo.

Estoy dando espacios, estoy actuando como no lo hice antes, estoy haciendo todo lo contrario a lo que hice siempre, me salgo de la vaina muchas veces, pero "apago la cabeza" y vuelvo al cauce del objetivo. Pero siento que nada de lo que hago sirve y que no importa lo mucho que haga, nunca voy a conseguir lo que quiero. El Chico Pro entra y sale de mi vida como quiere, hace y deshace como se le da la gana, se pone caprichoso, me dice que me extraña, nos peleamos por whatsapp para al otro día decirme que no quiere que estemos mal. Eso sí, de vernos, ni noticias...
Tengo millones de preguntas sin respuestas, pero "apago" y vuelvo a ocuparme de mi vida. Lo acepto así, tal como es. ¿Me quejo? Ufffff, un montón, pero el no lo sabe y no se lo haré saber ya que son inseguridades mías, tendré que aprender a confiar o agua y ajo. Claramente esto es en esta etapa, si llegamos a algún entendimiento mayor, la situación será diferente, aunque no mucho.

Todo esto me dejo regulando un rato y concatenando enseñanzas.
Es muy difícil hacerte cargo de lo "amable" que sos y no victimizarte por ello. Responsabilizarte de tus mambos y buscar una solución, sin dramas, ni llantos ni violines.
Si todo lo que hice hasta ahora no me dio buenos resultados es hora de hacerme cargo de eso, tomar las riendas y hacer la diferencia. Es difícil? Es jodidamente difícil, pero hay que hacerlo y probar si me dejo amar por El Chico Pro, a su manera y a la mía...
Y si no, otra vez a empezar de nuevo, gracias a Dios que podemos empezar de cero, poder separar lo que se hizo mal, entenderlo y dejar de hacerlo, aunque nos cueste el corazón o la cabeza. Esa es la experiencia, es lo que nos hace mejores en todos los ámbitos de la vida, si no arrastraríamos errores y viviríamos cargando una mochila de equivocaciones.

A veces poner lo pies sobre la tierra y dejar de ser una "drama queen" sirve para despabilarse... un ratito.

Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.



Yo, la complicada.



sábado, 1 de agosto de 2015

Resistiendo a orillas del precipicio

Y el pasaje tenia retorno...
Porque volvió para saber por qué, por qué yo era así, que era lo que supuestamente nos unía. Y no tuve mucho para decirle, las palabras ya las había escuchado de mi propia boca, eran las mismas, repetirlas resultaba redundante y sin sentido.
La situación no resistía mucho análisis, eran sus ojos y los míos, eternos, profundos, con signos de pregunta, como mucha incertidumbre, con lo incierto a flor de piel.
Nos quedamos varios minutos observándonos, porque las palabras sobraban, no había nada que pudiera salir de nuestra boca que reemplazara lo que nos estábamos diciendo con las miradas.
Nada importaba, hasta que todo se empezó a mezclar y no pudimos más que reconocer nuestros miedos, o por lo menos los míos que son mucho más grandes y aterradores.
Llegue a la orilla del precipicio, siempre pensando que para saltar nunca se debe mirar hacia abajo, pero no pude, no resistí la tentación de saber que era lo que me esperaba allá abajo, quise soltar, desprenderme, dejar fluir, pero mi pasado me atrapo y baje la mirada.
Fue la inmensidad, la incertidumbre, la oscuridad, la grandeza, lo desconocido y me fui retirando lentamente a aquellos lugares comunes y seguros, donde nada puede pasarme, donde las caras son familiares, donde nada me lastima y sigo siendo tan fría, brillante y resistente como el metal.
No quise escucharlo, no me intereso, aquel precipicio no era para mi, no era seguro.
Me fui resistiendo el sentimiento y aunque las palabras sobren y la vida haya querido mostrarme que tal vez, todavía puedo tirarme de ese precipicio, hoy para mi no es una opción a considerar.


Dicen que si amas indefectiblemente en algún momento vas a sufrir... pero si sos metal nada, absolutamente nada te va a pasar.
Y acá estoy, sintiendo nada.


Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.


Yo, la complicada.

domingo, 19 de julio de 2015

La verborragia paga pasajes

La estaba pasando bien...
En realidad hoy no me puedo quejar, quiero quejarme, para no perder la costumbre.
Tengo todo desordenado en la cabeza y voy a tratar de poner orden para que se entienda la idea.
CONEXIÓN, esa es la gran palabra. Esa conexión que tenes cuando miras a alguien y sabes... lo sabes, tenes la certeza que te va a acompañar en el camino, for ever and ever (o hasta que algún traste nos separe... ja!). 
Se lo voy a contestar ahora para que dejen de secretear entre ustedes, puede ser que idealice al amor, pero necesito esa sensación, que para mi, va a ser la gran señal
Con "el pendejo" (no pude encontrarle otro sobrenombre menos ordinario y más original) la paso espectacular, los encuentros son explosivos, pero no es lo que quiero para mi vida, no compartimos nada más que una cama, no tenemos nada en común, no hay mucho dialogo (de hecho no hay dialogo alguno... horrible). Hablando mal y pronto, me calienta, no me enamora.
Porque acá hay que separar, una cosa es que me encienda y otra que me enamore. Podemos tener excelente química, muchísima piel, pero si no hay una conversación inteligente e interesante, que básicamente me rompa la cabeza, queda todo ahí, ademas de saber que en algún momento llegara su fecha de caducidad, con lo cual no hay preocupación alguna.
Ayer me encontré con "El Pro", es la segunda vez que lo veo y no se si por la semi ebriedad o las ganas que la "sensación" aparezca en mi vida, sentí una conexión y como el alcohol libera mis sentidos, se lo dije.
No hay nada mejor para asustar a un hombre que ser verborragica y romántica, empezar a hablar de señales, conexiones, signos del zodiaco, vidas pasadas y amor a primera vista. Es un pasaje directo al pueblo de "muchas gracias, hasta luego". Igual se la banco toda la noche, preguntando y re-preguntando cada una de las pavadas que le decía (claramente ayer el filtro lo deje en casa... imagínense la magnitud!). Hasta que promediando la madrugada y bastante mas sobria que cuando lo salude, le dije que no me iba a ir con el porque no me parecía adecuado (no se lo dije así... no es necesario reproducir la frase exacta no?), me contesto que le parecía lógico y que el tampoco buscaba irse conmigo...

El Pro: -Porque vos tenes miedo...
Yo: -Yo ya no tengo miedo.
El Pro: -Si, de irte conmigo.
Yo: ¿?
El Pro: -Tenes miedo de que en vez de garch...., te haga el amor.
...
...
...

Silencio, por muchos segundos, mirada perdida, sorpresa, indignación, enojo, doble indignación, cuestionamiento interno y por ultimo MIEDO, mucho miedo, pavor, ganas de salir corriendo, para que no me agarre, para que no se de cuenta, para "salvarme", esperando que alguien diga piedra libre para todos mis compas y me saque de esa situación.
No recuerdo que le dije, seguramente me hice la cool (raro que la traducción de la palabra sea "fria"), porque estaba en shock. Fueron cuatro palabras que me dejaron muda, pero que desataron un conflicto interno parecido a la segunda guerra mundial. Aclaremos algo, yo no hago el amor, yo tengo sexo, sexo en cualquiera de sus variantes e intensidades, pero sexo al fin. 
Que un tipo que me ve por segunda vez me diga esto después de todo lo que le dije, me lo tengo merecido, porque me lo busque, porque si vos hablas toda la noche, con un convencimiento excepcional, de los beneficios de hacer gimnasia, como mínimo el otro va a querer saber si realmente es tan beneficioso. No jodamos!! Agarre la pala y me cave la tumba solita, solita.
Pero como la vida es justa ayer se fue con el pasaje en el bolsillo y no dio más señales de vida (es que en el pueblo no hay wifi...). Agua y ajo, por verborragica y cagona.
Voy a desempolvar una frase que hace mucho que no uso, pero que viene justo para cerrar el post.
TODO NO SE PUEDE.
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.

Yo, la complicada.

sábado, 11 de julio de 2015

Otro punto... final.

Hoy me toca cerrar esta puerta...
Que estuvo entornada por unos meses, pero hoy tengo la certeza de cerrarla. Porque estoy segura que no queda nada, que ya no hay mas, que no somos ni seremos.
Hoy te suelto, te libero en todo sentido.

Realmente nunca pensé que iba a ser tan duro cerrar puertas, siempre creí que cuando una historia se terminaba, ese era el punto final y se cerraba el libro.
Pero son como persianas que se rompen y caen estrepitosamente sin lugar a "atajarlas", es un sentimiento raro, porque aunque ya hayas sacado a esa persona de tu vida, es como raspar el teflon, es como sacar la cascara de una herida vieja que nunca se cayo, sale rápido y sin dolor, pero abajo esta la cicatriz que te recuerda "el momento".


Negro ojos de fuego, que seas siempre feliz, que te llenen de alegría y que puedas vivir sin tantos reproches y demandas. Solo tenes que animarte y tenerte confianza.



Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.





Yo, la complicada.

domingo, 5 de julio de 2015

Sentir sin pensar!

¿Qué fue lo que pasó?
¿Dónde se perdió todo “eso”?
O tal vez la pregunta que debería hacer es ¿dónde lo perdí yo? O tal vez también ¿porque no lo consigo?
Hace un par de días leí una conclusión de un post de Facebook que terminaba con la famosa frase de “recibes lo que das” y si recibís distinto de lo que queres, es porque no estás dando “bien”. Lo pensé toda la semana, hice concatenación de temas, empecé con esa frase y pensando me vi enredada en palabras. Porque tal vez no es que no estás dando bien, si no que no es la persona correcta, de ahí que no se cumpliría ni este refrán ni el de “todo vuelve”. Porque o le erramos a lo que damos o a la persona que se lo damos. En todo caso sería un inconveniente nuestro, por no dar lo que queremos que nos vuelva o por elegir la persona que no nos va a devolver lo que le dimos o nos va a devolver todo lo contrario, porque quiere, debe o se le canta la regalada gana.
A partir de esto y de un par de cosas que me pasaron estas semanas, es que empecé este blog con la pregunta ¿Qué fue lo que paso?
¿Por qué mi generación esta tan quemada? ¿Dónde están las ganas? ¿Dónde está el cariño, el respeto, el amor por el otro?
Como puede ser que un pibe de 26 años le pase el trapo a todos los idiotas que conocí en estos años. Y no estoy hablando de este chico en particular, pero él pertenece a una generación un tanto más relajada. Y ojo que no es ningún santo, pero se pregunta menos, se cuestiona menos, analiza menos y, por supuesto, siente más, lo que a muchos nos falta (sí, me incluyo…).
Veo los ojos de Mika a través de la pantalla y contesto a su pregunta: No me estoy enamorando de él, me re-enamoro del cariño puro, de la muestra de afecto gratuita y sin tanto cuestionamiento, del beso robado, de la risa cómplice, de caminar abrazados, del mensaje liso y llano, de poder preguntar cómo estas sin que por eso se piense que estas controlándole la vida, de la urgencia de verse, del buen día.
Me re-enamoro de SENTIR porque si, sin preguntarme si lo que hago ahoga o libera, si está bien o no, si dos preguntas asfixian, sin cuestionarme si darle un buen beso en la calle me da vergüenza, soy yo y hago lo que siento, porque con él me permito relajarme y sentir PORQUE SI absolutamente todas las sensaciones y sentimientos que me surjan en el momento mientras lo respete y no lo lastime.
Pero es ahí donde no me entiendo y vuelvo a enredarme en palabras. Acabo de escribir “me permito relajarme”. En consecuencia con el refrán si doy “todo” esto, recibo lo mismo, y es así, somos relajados y un poco adolescentes. Pero yo soy relajada y adolescente con todo el mundo, hasta que me pongo en “pose”, analizo, pienso, me cuestiono y aparece la desconfianza, la estructura, la fobia, el armado de los mensajes para que no se malentiendan y me aburro, y me enojo, y me hincha las pelotas.
Entonces no.
Quiero SENTIR PORQUE SI, quiero sentir otra vez esa bendita sorpresa de ir caminando,  que alguien te abrace por detrás y te llene de besos en la mejilla, girar y encontrar una gran sonrisa, seguido de un “que ganas que tenia de darte un beso”, quiero otra vez el impacto de armar un mensaje y terminarlo con el “obvio, si queres” y recibir un “cómo no voy a querer? Obvio que sí”.
Quiero que todo importe nada, quiero ser relajada y adolescente sin cuestionarme si eso molesta, ahoga o asfixia, quiero el compinche, quiero la complicidad, quiero la mirada franca, quiero la risa simple, quiero la alegría del buen día, quiero caminar del brazo por la calle y sentirme plena, sin analizar si le cae bien o no que lo agarre, porque las cosas se dicen en el momento, no se especula, no se analizan ni se piensan, porque así son auténticas, transparentes, puras en su estado máximo.
Quiero sentir sin pensar, que fue lo que hice toda mi vida y aunque es cierto que así no me fue bien, sé que hice lo que quise sin arrepentirme de nada. No quiero quedarme más con el “qué hubiera pasado si…”, porque la vida se compone de momentos, no de analizar ni de pensar y repensar.

Y si me vuelve a ir mal, será cuestión de sacudirme un poco y volver a empezar, pero sabiendo que fui fiel a lo que sentía.
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.







Yo, la complicada.

jueves, 12 de marzo de 2015

Encontrarte en mis ojos

Son ojos... y miradas.
Esas que pasan por mi cabeza y se reproducen una y mil veces.
Son esas miradas que quiero volver a sentir, pero no de aquellos que me las dieron, porque esas ya no me pertenecen y no traen buenos augurios.
Quiero nuevas miradas, quiero nuevos sentimientos, nuevo fuego, ese que no se extingue. Sentir las pupilas arder, encontrarme en esos ojos y sin pensarlo, saber que no hay nada ni nadie más que buscar.
Esa sensación de bienestar prematura y eterna que solo encuentro en las miradas, ni en el sexo, ni en los besos, ni en las caricias, solo en la profundidad de mirar y ver, en conjunto.
Porque es como predecir, es magia, brujería, es hechizo, es zambullirse en lo "no dicho", es comunicación pura, sin especulaciones, entender sin necesidad de escuchar, sin necesidad de palabras...
Sentir sin analizar, sin pensar en "que me quiso decir cuando...?", sentir sin juzgar ni prejuzgar, sentir que esos ojos te hablan de amor, de pasión, de ternura, del eterno y puro sentimiento de encontrarse...
Solo eso, encontrarme en esos ojos... encontrarte en los míos.
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.




Yo, la complicada... de siempre.