"-¿Aún la extrañas?.
-¿A quien?. ¿Al amor de mi vida?. No, ni un poquito.
-Que extraño eres. ¿Cómo puede ser el amor de tu vida alguien a quien ni si quiera extrañas?.
-¿Sabes que pasa cuando las frutas maduran, no?.
-¿Se separan del árbol?.
-Así es. Mi amor ahora es como una fruta madura. Y me he separado de mi árbol. Y madurar implica aprender a dejar ir, incluso cuando se trata del amor de tu vida. Por eso no la extraño. Al fin y al cabo, si la vida quiere, nos volverá a reunir. Y si nunca sucede, siempre recordare algo; Ella me hizo conocer el amor, y más que eso, me hizo madurarlo, aprender que amar, no significa poseer."
Hace mucho tiempo deseaba ser "el amor de la vida" de alguien y hoy sé, profundamente, que lo soy.
Es un lugar raro, después de mucho tiempo sé lo que es estar del otro lado, sentirse anhelado, amado por alguien y no corresponderlo, es sumamente extraño.
Pero esto no me hace sentir ni bien ni mal, no es un regalo ni un castigo, es extraño, como si nada encajara, como si las piezas no fueran las correctas.
Tanto tiempo estuve ahí, tantos fueron a los que les dije "adiós" porque no era correspondida y sufría en silencio, que ahora no se como sentirme. Es una mezcla de tristeza, melancolía, alivio, libertad, futuro y pasado, todo junto, que me hace revolver el corazón sin explicación.
Es estar del otro lado del espejo, es sentirse abrazado, es no pedir que te quieran aunque lo sienten igual, es no querer aprovecharse de eso por su bien y por el mio.
Es preguntarse ¿porque? todo el tiempo, es no querer mirar atrás por miedo a lastimar, es querer preservar al otro de uno mismo, es pedir al universo que sea feliz para que se le vaya la tristeza del alma, es guardar distancia para no confundir, pero a la vez esa necesidad de explicar o de hacerse entender que sin mi esta mejor.
Pero doy vuelta todo eso y no sirve, cuando uno esta enamorado o considera que alguien es el amor de su vida, nada sirve, ni las explicaciones, ni las distancias, ni las miradas, ni los abrazos, ni las palabras.
Es tan rebuscado como saber que estas en la cabeza de alguien cuando mira tus fotos, cuando escucha una canción, cuando recuerda algún momento compartido.
Sentís que es una broma del destino, que nada es cierto ni real.
Es la responsabilidad de ser amable la que me involucra en este asunto, siempre pensé que no lo era, no porque no me mereciera ser amada por alguien, si no por mi personalidad, siempre creí ser el premio consuelo de muchos y la alternativa de otros.
O tal vez le doy demasiada importancia al asunto.
Quiero que seas feliz, realmente lo deseo.
Saludos desde acá, el otro lado...
Yo, la complicada.
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