lunes, 27 de febrero de 2012

Un desfile de melancolía


Donde puedo encontrarte?
Si seguís apareciendo en mi cabeza con tantas formas. Sos un muñeco para armar, con piezas de aquí y de allá. Tenes tantos nombres que algunos ya ni los recuerdo, tantas caras, tantas bocas, tantas manos…
Aunque siempre es la misma sonrisa, y, supongo, los mismos zapatos…
Lo que daría por tenerte cerca mio…
A mi alma gemela, con esos brazos grandes para protegerme de todo y de todos…
A mi compañero de aventuras, donde nada importa, donde el cielo es el límite…
Al amor de mi vida, que me enseña a vivir, a amar…
Al interlocutor inteligente, siempre con la palabra correcta en el momento adecuado…

Sera que te extraño? O esto es extraño? Es un desfile de caras sin rostro donde no puedo reconocer a nadie, salvo los momentos maravillosos, donde me sentí hermosa, protegida, cómoda, querida, amada.
Difícil se hace sobrevivir en esta jungla, sin sentirse sombría o melancólica. Sin pensar que todo esta perdido, que ya nada es sorprendente, que ninguna de esas caras sin rostro van a estar para sostener mi mano…
Es un viaje al pasado, uno de los tantos que hago cuando me siento así. Porque te sigo viendo y sigo reconociendo esa sonrisa, esos abrazos, esos besos adolescentes, pero sigo sin reconocer esos zapatos… los que me hicieron llorar como ahora, pero no como antes.
Bancarse esta soledad es una de las cosas mas duras que me pasó, es una de las cosas mas difíciles que me toco hacer. Pero se, profundamente que es lo que elijo, elijo estar sola, no me pregunten porque, pero he cerrado cada una de las posibilidades que han pasado. De a poco me alejo del mundo, me cierro, me convierto en piedra, me vuelvo egoísta e individualista. Que difícil es imaginarme individualista…
Demasiado pasado… demasiado viaje… demasiadas caras… demasiado!
Saludos desde acá, el otro lado del pasado.

Yo, la complicada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario