domingo, 25 de marzo de 2018

Gracias

Estuve anestesiada mucho tiempo... Sin ganas de sentir, ni de mirar, ni de entender, ni de comprender..me.
Una autómata más que renuncia a todo tipo de amor, sintiendo nada todo el tiempo, ni bueno ni malo.

Hace mucho años, dije que vivir en una montaña rusa era perjudicial para la salud y es cierto. Entonces, cansada de llorar, de angustiarme, de preguntarme, me anestesie y así deambule por la vida, yendo de mi casa al trabajo y del trabajo a casa, con la mediocridad a cuestas.

El universo conspiró y me dio 3 luces que me sacaron de la oscuridad en la que me había metido. Me dieron vida o me la devolvieron y me hicieron entender que no todo esta perdido, que podes encontrar "a esta edad" personas que te entiendan y compartan lo que te pasa y lo que vivís.

Y entre risas, bailes y charlas también entendí, que era tiempo, que tenia que salir del caparazón y ver "que onda". Y aunque ya sabia que las cosas no cambian porque si, necesitaba ENTENDER que había gente que la estaba pasando igual y que no por eso bajaban los brazos.

Y así lo hice, asome la cabeza muy de a poco, con un terror increíble a que afuera estuviera lloviendo, hubiera huracanes o terremotos.
Con mucha desconfianza y con todos lo elementos de "protección", mire para ambos lados y empece a caminar, muy despacio, con la incredulidad a cuestas, pensando que hay cosas que a mi no me van a pasar y que no hay nada nuevo que pudiera ver.

Uno se conoce, sabe cuando algo le va a hacer vibrar la vida, y con el detector en la mano trate de comprobar todas y cada de una de mis teorías, solo para seguir quejándome y para no bajar la guardia hasta el fin de mis días.
Me exigieron disfrutar, me calmaron, me dieron valor y coraje, porque sabían que para mi era muy difícil bajar la guardia, saben que el miedo me abraza, pero me abrazaron ellas.
Y como un niño que le hace caso a su mamá, salí al ruedo, a bailar bajo la lluvia, porque ahora se profundamente que si me caigo o si el temor se aprovecha de mi o la frustración me visita, ellas van a estar para reírse de todo eso conmigo.

Gracias por acompañarme en este camino.

Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.

Yo, la complicada (pero acompañada).


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