domingo, 13 de mayo de 2012

El amor no se puede olvidar...

Esta es la vez número... trescientos cuarenta y tantos que veo este capítulo y recién hoy se me dio por pensar porqué es que me gusta tanto...
Corría el año 1998 y un tal Williamson (o algo así...) se le ocurrió hacer un guion sobre una novela adolescente sumamente dramática y conflictiva que transcurría en un pueblo de las afueras de "vaya uno a saber donde" en yanquilandia. En resumen, tres amigos que pasan de la adolescencia sin granitos y bronceados todo el tiempo a una juventud estudiantil en los campus de norte. Siempre, y en el medio de todo este hermoso paisaje, enredados sentimentalmente unos con otros, con personajes secundarios que vienen a confundir más la situación. Cierto es que la doncella es buena, estudiosa, hermosa, femenina, es algo así como la rencarnación de la Madre Teresa de Calcuta pero con sexo incorporado (pero sin mostrar absolutamente nada, todo lo más inocente que se pueda, pero siempre dando a entender que...). El amor siempre triunfa de temporada en temporada y ella va pasando de "amigo" en "amigo" sintiendo que ESE es el amor de su vida.
Resumida la cuestión, hace un tiempo obtuve la serie completa con sus 6 temporadas y cada vez que venia del trabajo veía un capitulo más, como una adolescente que llega del colegio para ver su serie favorita. Pero hubo un capítulo en especial que capturó mi atención y hoy vengo a dilucidar porqué (en realidad no, pero me puse a pensar porqué o en realidad qué es lo que me gusta tanto...).
El capitulo en cuestión cuenta más o menos que después de 6 temporadas de ir y venir con sus amigos, ella decide estar sola y se encuentra en una situación incomoda con su ex pareja (que extrañamente ahora es su mejor amigo... nunca entendí esa parte...en fin!) donde tienen que pasar juntos una noche encerrados en un supermercado. Él lleva 6 temporadas enamorado de ella, consigue en la segunda o tercera que ella sea su novia para después dejarla al grito de "Quiero ser libre!!!" no sin antes quitarle lo más preciado que tenia hasta ese momento (la piba no entregaba... soy una ordinaria, lo se! pero tengan en cuenta que podría haber puesto algo peor!), obviamente se da cuenta que cometió un gravísimo error y anhela volver con ella durante 3 temporadas más.
Todo esto es solamente para explicarles lo que más me gusta de este capitulo que, de los 40 minutos que dura, solo me interesan 4 (2 y 2, si por separado...claro, ahora se preguntan si estoy bien? Yo acepte que no, acéptenlo ustedes también y se ahorran tiempo y preguntas). Hay dos momentos que la mirada de este joven es adorable (si, también entiendo que son actores, que todo sucede en la ficción, ya hablamos de Jack y Edward, otra vez no!) Es esa mirada donde te das cuenta que el tipo lisa y llanamente te ama, con todas las letras, sin una más, sin una menos y que no hay nada en el mundo que haga que no te ame. Sentís que en ese momento con ESA MIRADA, te va a amar para siempre, te va a cuidar, a proteger, a abrazar y besar de acá a la eternidad. Y no pasa por si el "para siempre" es verdadero en la realidad, tal vez pasa por el sentimiento de ese "para siempre" en ese momento, el resto se ve mañana o no, o se sigue disfrutando de esa mirada.
Esa mirada es la que nunca tuve o nunca sentí (para el caso es lo mismo). Nunca sentí que con una mirada pudieran transmitirme esa sensación de bienestar eterno, de amor eterno, puro, por un momento, aunque después todo se fuera al cuerno. Y miren que busque miradas en mi memoria y solo encontré una frase que quise creer así "Sí te amaron pero nunca supieron demostrarlo". La verdad es que no se si me amaron, tal vez hoy piense que no, tal vez idealice demasiado el amor, pero yo observo en los otros, en personas que conviven conmigo (en actores no!!) y veo esas miradas, entonces concluyo que existen, que no solo están en las novelas adolescentes, escritas por algún guionista que le gusta vivir en el pasado. Por eso me gusta ver ese capitulo, porque para mi, el amor es eso, es una mirada, un abrazo, una espera del momento indicado para poder decir "siempre tuve ganas de besarte" (otra línea del capitulo, si ¿y que?), aunque me ponga triste no tener nada de eso (y en mis peores momentos piense que no lo voy a tener jamás... yo pesimista? cambien el canal que ya tienen la señal de ajuste!). Es cursilería pura todo esto, pero es cierto, soy una romántica incurable, soy una idealista, quiero que mi príncipe verde con su pony cachuso me mire de esa forma, y poder entender en ese preciso momento que el amor en su estado máximo sigue existiendo también para mi.
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.

Yo, la complicada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario