sábado, 24 de noviembre de 2018

Él

Como termine acá? En realidad la pregunta sería como empecé...
Hace 7 años, exactamente un primero de noviembre decidí abrir este blog porque sentía que tenía mucho para decir... para decirME
Tenia muchisimo por descubrir.
Hoy llego al posteo n° 100 y me veo con un montón de camino recorrido, con muchísmas cosas aprendidas, con muchas preguntas respondidas, pero tambien con muchisimo más por descubrir, por aprender, por disfrutar.

Desde ese 1 de noviembre tenía en la cabeza que nunca más iba a poder encontrar "esos ojos", esa mirada, ese sentimiento de ida y vuelta, esa sensacion de palpitaciones... tan pero tan cursi.
Hasta que lo encontré, o mejor dicho, nos encontramos.
Algo me decia que era el momento, que lo tenia que intentar, que tenia que dejar de ser complicada y dejar fluir la vida.
Me abrazó tan fuerte que realmente todo empezó a tener sentido, las noches de llantos, los desencuentros, los momentos de frustración, los aprendizajes, todo para que nos pudieramos encontrar asi de puros, asi de sensatos, sin peros, sin criticas, sin especulaciones.
Tiene ojos magicos, me mira y mi mundo se pone borroso.
Tiene brazos fuertes para poder contenerme cuando lo necesito, aunque no se lo pida... porque él lo sabe.
Porque sabe que tengo miedos, que todavia no se fueron del todo, pero sabe esperar, me conoce profundamente y, aunque a veces la ansiedad le gana, entiende que mi corazon, ahora le pertenece.
¿Quien determina que el tiempo es mucho o poco? En estas epocas de amor descartable, ya nada lo determina.
Estar, permanecer, ocuparse, es lo que te da una idea de lo que al otro le puede pasar, aunque sigamos caminando sobre lo incierto y esa es la parte maravillosa. Elegirse dia a dia, entender que un mensaje preguntando como estas es realmente querer saber y no un interrogatorio.
Y cada vez que me mira entiendo todo, absolutamente todo.
El fuerte que construi durante 7 años, se empezo a caer porque el se tomo el tiempo y entendio que ahi adentro habia algo que valia la alegria, que valia la espera.
Y alguien que te espera, que tiene la paciencia suficiente para entender todos tus monstruos, para escuchar todos tus defectos, para hacer caer cada uno de tus mecanismos de defensa, se merece mucho más que amor.
El se merece mi corazon.
Y lo tiene.

Seguime... vayamos juntos a la eternidad.


Saludos, desde el otro lado de la pantalla.

Yo, Carolina.