jueves, 16 de marzo de 2017

Intuición

Siempre sentí que nuestras miradas eran sinceras y profundas... y eternas, especialmente eternas.
Tocaste mi orgullo, en criollo "me pintaste la cara", eso es lo que realmente me molesta.

Y hoy estoy sentada escribiendo sobre vos y preguntándome que tengo mal, que defecto tan grande llevo en mi persona para que siempre me toque la misma clase de "gente".
Hoy me pregunto si tengo que sacar bandera blanca y seguir, sabiendo profundamente que voy a adeudar siempre esa bendita materia llamada "pareja" en la escuela de la vida.
Que no sos vos, que soy yo, ni siquiera es aquel o el de más allá, que soy simplemente yo, que el bloqueo lo tengo yo, que tengo el imán, que los encuentro aun sin buscarlos, que aparecen de a montones y cuando menos lo esperas (o cuando tejes como Penelope).
Más allá de todo lo que sentía, desconfiaba mucho... muchísimo. Trate de llamarlo miedo y superarlo, después lo llame aburrimiento y desaparaci, ahora puedo identificarlo como intuición, pero lo que todavía no me queda claro es si fue por la experiencia de esperar lo peor o porque realmente irradiabas todo lo que pasaba y no veía.
Pasaste a ser uno más de la lista, un boludo más, un idiota con porte de caballero, que no entiende de mujeres ni de códigos, ni de nada.
Que la vida te lleve felicidad... porque a mi no me la contas mas.

Ah! Verificate las neuronas, tal vez estén un tanto enredadas...

Saludos desde acá, el otro lado de la mentira.


Yo, la complicada (coherente).