Hoy no estoy triste, estoy resignada a resignar. Tal vez no sepas que "te di salida" pero sé que en algún momento te vas a enterar, solo espero que te des cuenta que todo "eso" que siento (según vos, sentimos) no lo deje de sentir, solo que lo reciclé porque no sirve, porque no ME sirve... y cuando algo no te sirve tenes dos opciones o lo tiras y forma parte de la basura de tu vida o lo reciclas y pasa a formar parte de esa energía que se renueva pero con otro sentimiento, tal vez de resignación o de cualquier otro, pero ya no lastima más. ¿Duele? Si, tal vez no tanto, pero sigue doliendo, hasta que algún día no va a doler más.
Necesito despegarme porque no camino al lado tuyo, me estanco y sigo pensando que esta bien. Muchas personas me dijeron que si quiero o amo algo tengo que luchar por conseguirlo, no se más que hacer en este caso o no veo la forma de luchar ¿Me tendria que convertir en Glenn Close? Creo que eso seria demasiado dramático y no tengo ganas de hervir ningún conejo (ellos no tienen la culpa si vamos al caso).
Cuando empezas a cerrar puertas, pensas que quedas encerrado entre cuatro nefastas paredes que te asfixian, que te generan la oscuridad de tu vida, sin poder ver nada, sin tocar nada, sin sentir nada. HOY no lo veo así, tal vez mañana me agarre "la loca" y empiece nuevamente a ver todo negro y sin brillo. Pero hoy estoy tranquila, siento que hice lo correcto, que mi corazón lo agradece, aunque mi mente reclama "quilombo... quilombo... quilombo". Si, se que a ella le gusta ser Maria La del barrio, pero yo estoy un poco cansada y por primera vez le voy a dar bola a mi corazón y proclamaré una tregua de tranquilidad, para descansar. Recordar todo el tiempo que alguien no te quiere no esta bueno, porque en algún punto empezas a darle la razón y ahí ya son dos personas las que no te quieren... el y vos. Y como mi autoestima me acompaño poquísimas veces y ahora tenemos un pequeño acercamiento, no esta bueno que decida no quererme del todo.
Fuiste un hombre muy importante para mi, tal vez todavía lo seas, tal vez todavía nos siga visualizando caminando por la calle de la mano sintiéndome orgullosa del hombre inteligente y hermoso que acompaña mi andar... pero eso es solo en mi cabeza... y mientras sea en mi imaginación no tiene sentido.
Seguro que no va a ser esta la ultima vez que escriba sobre vos, en algún momento reaparecerás como siempre, con esa capa azul que te caracteriza montando tu corcel blanco y tratando de salvarme (por unas horas) de todos los villanos que me persiguen. Para ese entonces espero:
a) Estar entera y en mis cabales para decirte y hacerte sentir que nadie me tiene que salvar de nada, aun estando sola;
b) Tener a un hombre de carne y hueso, con defectos y virtudes, que pueda compartir mi viaje por la vida y que el SI me pueda salvar de vos.
Te quiero, hoy y siempre... tal vez más hoy que siempre...
Saludos desde acá, el otro lado de la pantalla.
